Hoy os endulzo el día, con esta receta robada del libro de Smitten Kitchen, de Deb Perelman, una neoyorquina muy apañada que demuestra que en una cocina minúscula, con un equipo básico, se pueden realizar todo tipo de recetas.
Os animo a visitar el blog y que se os haga la boca agua con sus recetas, aunque no controléis demasiado el inglés.
Esta receta de arroz con leche es una auténtica bomba calórica, pero está de muerte. La mezcla de tres tipos diferentes de leche le da un toque único, sobre todo por el ligero aroma a coco.
Aunque las cantidades indicadas son para 8 raciones, os recomiendo que lo sirváis en recipientes más pequeños, cunde más y no empacha, por lo que resulta perfecto para servir de postre en una comida con muchos invitados.
Si queremos aún más bomba, lo podéis rematar con nata montada, eso lo dejo a vuestra elección.
INGREDIENTES:
- 180 gr arroz largo
- 1 pellizco de sal
- 1 huevo
- 355 ml leche evaporada
- 400 ml leche coco
- 400 gr leche condensada
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
Para rematar:
- 240 ml nata para montar
- 1 cucharada de azúcar glass
- Canela molida
PASOS A SEGUIR:
- Ponemos el arroz en un cazo mediano con 500 ml de agua y lo llevamos a ebullición, dejándolo cocer unos 15 minutos, hasta que el agua haya sido absorbido.
- En un cuenco aparte batimos el huevo y mezclamos con la leche evaporada.
- Añadimos la leche de coco y la condensada al arroz y finalmente añadimos la mezcla del huevo batido y la leche evaporada.
- Volvemos a llevar al fuego el cazo con el arroz y la mezcla de leches.
- Lo dejamos unos 20 minutos a fuego medio, hasta que la mayor parte de la leche haya sido absorbida.
- Añadimos la vainilla removemos y pasamos el arroz al recipiente donde vaya a ser servido.
- Dejamos enfriar en el frigorífico.
Si hemos decidido añadir la nata, es el momento de montarla y añadir el azúcar glass una vez esté montada. Antes de servir, ponemos un poco de nata montada por encima del arroz y rematamos espolvoreando un poco de canela molida por encima. En la foto aparece rematado con una ramita de menta, por eso de que parezca más ligero…