Martes, otoño, bajada de temperaturas, cielos parcialmente cubiertos, una semana por delante…. Pues dejarme que os anime con un copazo, que siempre hay algo que celebrar!
Mi copa preferida, sin lugar a dudas: un buen gin&tonic. Ya sé que no son horas….o si. Es perfecto para un aperitivo. Aunque esta vez, lo tomaremos a los postres.
No saquéis aún la copa de balón ni corráis al frigo a por los hielos, que no os lo iba a poner tan fácil…o sí.
Esta vez, no nos vamos a beber el gin tonic. Nos lo comemos.
Hace años que mi amigo Nano, un cocinero asturiano que es un crack de los fogones, nos sirvió este postre en su restaurante de Tenerife. Y aunque se lo pedí la última vez que comimos en su refugio secreto asturiano, sólo conseguí que me soplase la receta.
Y le estaré eternamente agradecida, porque está riquísimo.
Así que aprovechando que Tanqueray se ha convertido en uno de los patrocinadores de Soysuper y que a una le gusta el gin tonic cosa mala, vamos a celebrarlo con una gelatina de gin tonic que acompañaremos con un sorbete de limón bien fresquito. Suena bien y sabe mejor.
GELATINA DE GIN&TONIC
INGREDIENTES
Ponemos las láminas de gelatina a remojo en agua fría, unos 4/5 minutos.
En un cazo ponemos la tónica a calentar, a fuego moderado y el tiempo justo para calentarla pero sin dejar que llegue a hervir.
Ponemos la tónica caliente en un recipiente y mezclamos con las hojas de gelatina ya hidratadas, removiendo hasta que se disuelvan en la tónica. En ese momento, añadimos la ginebra y un poquito de jugo de limón.
También me gusta añadir un poco de ralladura de limón – aquí entra en juego mi arma secreta, mi querido rallador Microplane – y removemos para lograr que se integren todos los ingredientes. Ahora sólo hay que esperar a que enfrie un poco la mezcla para pasarla a un recipiente (a mi me gusta utilizar una fuente rectangular metálica de tamaño mediano, para que luego resulte fácil cortarla) y meter en la nevera hasta que la gelatina quede en su punto. Una hora y media servirá.
A mi me gusta servirla cortada en cubitos pequeños y acompañada de un sorbete de limón.
Y si decoramos con una corteza de limón finamente cortada, vais a sorprender a más de un@.
Va por ustedes. Salud.