El cuello y el escote son los lugares donde primero se reflejan la edad y las arrugas. Suelen ser los grandes olvidados a pesar de que requiere de cuidados igual de profundos que el rostro, por su finura y sensibilidad. Al ser una zona desprovista de soporte óseo, con pocas glándulas sebáceas y ausencia de colágeno, hace que la piel pierda elasticidad y se deshidrate enseguida.
La piel del cuello y del escote es seca y delicada, por lo que hay que darle un cuidado especial. Debemos limpiarla con un jabón, a ser posible neutro, y también podemos utilizar un tónico, siempre que sea sin alcochol, ya que sólo resecaría más la piel; y aplicar cremas hidratantes y nutritivas, mascarillas, y tratamientos igual que hacemos con el rostro.
Si tienes síntomas como arruguitas, papada o falta de definición en la piel, ¡esa zona te está pidiendo a gritos atención!
Lo más importante, es que tengas claro que la crema corporal no es suficiente para el escote y el cuello, cada vez que realices tu rutina diaria de cuidado del rostro, extiende ese cuidado hasta el final de tu escote. Piensa que tanto el cuello como el escote necesitan los mismos mimos que tu rostro. ¡Y más en esta época del año! Dentro del cuidado del escote, la crema hidratante nutriente o reafirmante dos veces al día es básica, así la piel está más tersa e hidratada.
Es más, si puedes dedicar un día y aprovechar que llega el verano para exfoliar esa zona e hidratarla bien antes de comenzar con la exposición al sol, ¡mucho mejor! Con una vez antes del verano es suficiente.
Dada su fragilidad, el escote es propenso a las manchas y los granitos. Para evitar que esto ocurra, ponte un factor solar alto en la zona antes de la exposición al sol, además de evitar manchas y granos, también evitamos el envejecimiento prematuro de la piel.
Un consejo, cuando aparezcan los primeros síntomas de envejecimiento, no pongas el grito en el cielo, piensa que todas pasamos por lo mismo. Para evitar que vaya a más, utiliza productos profesionales: anti-flacidez, sueros, ampollas y cremas reafirmantes.
¡Pantallas del ordenador a distancia y altura prudencial! Acordaros de no forzar el cuello, hay que mantener una postura natural. No es bueno forzar el cuello, al final solo va a provocar que la piel ceda y provoque más arrugas. ¡Hay que sentarse correctamente y tener una postura erguida!
Como siempre, otro gran aliado es el ejercicio…
Y uno de los grandes enemigos, los cambios bruscos de peso. Sólo ayudan a que nuestra piel se dé de sí, lo mejor es bajar o subir de peso de una manera gradual.
Como veis, pocas zonas de nuestro cuerpo escapan a la cosmética ;)