En la última entrada dedicada al fondo de despensa y en el que debía hablar de legumbres y cereales, la historia se alargó un poco y dejamos al arroz para el siguiente post, pues a ver si hoy le dedicamos el tiempo que se merece y aprovecho para presentamos a su amiga la quinoa, ya que muchos de vosotros me preguntasteis que era “eso” de lo que hablaba en la receta de ensalada de lentejas de hace unas semanas y que parecía haberse colado allí sin pedir permiso. Pues lo dicho, que luego la presentamos en sociedad.
Podemos afirmar, sin lugar a dudas, que el arroz es el cereal mas cultivado – y consumido – del mundo. Se dividen básicamente en dos tipos, el indica, de grano más alargado y el japónica, de grano más redondo. Con estos nombres ya sabemos su origen, Asia, aunque su cultivo se ha extendido a prácticamente todo el mundo.
¿Variedades? Muchas, aunque la elección de una u otra vendrá dada por el plato que queramos preparar: arroz bomba, basmati, jasmine, salvaje, integral o entero, vaporizado. Digo yo, que…vamos, al menos un par de variedades en la despensa, ¿no?.
En general el de grano largo nos va a ir mucho mejor para ensaladas y como acompañamiento y el de grano redondo pues…ejem… ¿Qué me decís de un arroz en paella, un arroz caldoso, en caldero o un risotto?, por poner un par de ejemplos de platos principales, porque hasta en el postre nos podría acompañar, sobre todo acompañado de leche.
En España, el plato estrella de nuestra gastronomía es, como bien sabemos, la paella, típica de la zona del Levante español y que toma su nombre del recipiente en que se prepara. Podemos encontrar cientos de variedades de esta preparación de arroz bomba en seco, dependiendo del ingrediente elegido para acompañar y del modo en que haya sido cocinado, a banda, negro, al horno, meloso, de verduras, mar y tierra… El arroz bomba es el grano ideal para paella, ya que es el más resistente al empastado, doblando su tamaño durante su cocción. El Calasparra, con denominación de origen propia, es uno de los mejores que podemos encontrar actualmente en el mercado.
Para cocinarlo, hay que pillarle su punto y respetar sus reglas. Sabemos que se impregna y absorbe fácilmente el sabor de los ingredientes que lo acompañan, con lo que un buen fondo resulta fundamental, a no ser que vayáis a preparar un arroz blanco, en este caso bastaría con salar ligeramente el agua en el que vayáis a cocerlo.
Como norma general se suele calcular una tacita de arroz por comensal y cuarto de litro de agua o líquido. ¡El doble y un poquito de regalo! Si nos quedamos cortos de liquido o removemos mucho, el arroz, al tener gran cantidad de almidón, corre el riesgo de quedar pastoso o pasado.
Y respecto al tiempo, podemos calcular unos 18-20 minutos, al principio a fuego vivo como en la paella, y el resto a fuego medio. Eso sí, yo casi lo prefiero un poquito al dente que no pasado. Así que cuidadito con los tiempos. Un poquito de ojo y os saldrá perfecto. Y para eso, es fundamental practicar.
Y pasemos a presentar en sociedad soysuperiana a la señorita Quinoa, de origen andino y aunque no exactamente un cereal en toda regla, la podríamos incluir en este apartado en nuestra despensa, pues al tener un alto contenido en almidón, admite casi las mismas preparaciones que el arroz, por ejemplo.
Tiene una peculiaridad que debería animarnos a salir corriendo a comprarla hoy mismo y es que esconde en su interior nada más y nada menos que 8 aminoácidos esenciales y un alto contenido protéico por lo que resulta, desde el punto de vista nutricional, un alimento muy completo. Además, no contiene gluten y es de fácil digestión, por lo que resulta perfecta para personas con problemas de celiaquía.
Normalmente se consume tostada y molida – podéis encontrar pasta seca elaborada con quinoa – o cocida. Tiene un sabor y un punto crujiente en boca muy particular.
Poco a poco va introduciéndose en el mercado español y cada vez es más fácil encontrarla pero si no la localizáis en vuestro supermercado habitual, derechos al herbolario y os hacéis con un paquete.
Hay que animarse a probar otras cosas, por variar un poco y sobre todo si son tan sanas como la quinoa.
Me gustaría saber si la quinoa se puede utilizar también en ensaladas o tipo tabulé, por ejemplo. Y otra duda que tengo es que había leído que había que dejarla en remojo antes de cocinar. ¿Es esto cierto? Gracias.
Hola Abel,
Gracias a ti por tu interés.
Por supuesto que puedes utilizarla en ensalada. Puedes encontrar una receta de ensalada de lentejas y quinoa que colgamos hace unas semanas. Y echarle un poco de imaginación y probar a combinar ingredientes. En tabulé, riquísima!
Yo no suelo dejarla en remojo. La lavo un poco antes de cocinarla y a la cazuela.